Director: Merian C. Cooper
Actores: Fray Ware
Robert Armstrong
Bruce Cabot
y King Kong.
Bruce Cabot
y King Kong.
Entre las grandes masas azules, se desplazaba la frágil embarcación de Denham. Su destino: La isla Calavera, un lugar remoto perdido en el océano, alejada de toda civilización pero que había existido por siglos en la mente de los marineros, que no se cansaban de repetir la misma historia que Denham tan bien conocía. Una Bestia tan grande y tan poderosa como ningún hombre blanco halla visto, se refugiaba en la caótica isla donde reinaba como amo y señor. Era más grande que cualquier criatura existente y sus terribles garras eran más peligrosas que cualquier arma que el hombre haya soñado. Esta bestia tan temible, vivía tras un inmenso muro, que fue construido hace siglos atrás por los únicos aldeanos de la isla, quienes le rendían culto a la monstruosa criatura, que por su temible apariencia y desmesura, era considerada un Dios.

Desde los inicios del cine moderno, nunca a existido una criatura tan respetable como King Kong. Ningún otro personaje de la fantasía, ha causado un impacto tan grande y pronunciado como Kong. Esta especie de anti-héroe puede lograr una perfecta comunicación con el espectador, haciéndose ganar el cariño y consentimiento del público, el cual increíblemente llega a sentir tal compasión por el personaje, que comprende y consciente todas las atrocidades que en realidad comete. Porque aunque lo queramos o no, Kong es un monstruo, y nada podrá cambiarlo. Su instinto asesino y despiadado puede atemorizar a cualquiera, pero es su comportamiento casi humano, lo que nos hace seguir queriéndolo por tantos años. Kong es esa mezcla de amor/odio que todos los seres humanos llevamos dentro y su actuar no refleja más que nuestra propia alma.

King Kong, estrenada en 1933, fue un éxito de taquilla absoluto y la cifra de recaudación en el día de su estreno, era simplemente inimaginable en esa época y no es muy difícil entender porque. Primero que nada, los efectos especiales utilizados en King Kong, eran algo nunca antes visto. hasta el día de hoy, encuentro fascinantes la animación cuadro a cuadro que se utilizó en la película, la cual logra un efecto de realismo sorprendente. No se ven las secuencias para nada "cortadas" y conservan un impetuoso movimiento hasta el final. Espectacular ejemplo de este tipo de animación en la escena en la que Kong combate a muerte contra un Tiranosaurio.
Otro punto clave es la notable participación de Max Steiner, como compositor de la banda sonora. La música creada por Steiner, le da al film un sentido de magnificencia y grandiosidad a la altura del mismo Kong. El uso de platillos y tambores muy fuertes, dan simpre la sensación de que algo grande se aproxima y un sentimiento característico a la película.

King Kong es y será por siempre una de las más grandes producciones de Hollywood, aunque muchas veces ha sido subestimada por distintas razones (sus muy inferiores secuelas y re-makes... etc), este largometraje debería ser apreciado por todos los ojos del mundo, esta es una de esas películas que los padres deberían obligar a ver sus hijos y una vez que lo hayan hecho quedaran encantados con la inmortal criatura de King Kong.
Escena Inolvidable
"No, no fueron los aviones, sino la bella lo que mató a la bestia."
King Kong escala el infinito Empire State (máximo signo del progreso humano en su época) con la hermosa Ann Darrow en su mano, solo para ser asesinado y desplomarse ante la muchedumbre que observa expectante. Es ahí cuando de Denham comprende lo que ha hecho y pronuncia la inmortal frase:
"No, no fueron los aviones, sino la bella lo que mató a la bestia."
King Kong, IMDB
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